El gas natural causa el cambio climático
El gas natural ahora emite más contaminación de carbono que el carbón en los Estados Unidos. Además, las crecientes emisiones de metano del gas natural también amenazan con un cambio climático catastrófico. La buena noticia es que tenemos la tecnología para reducir de forma rápida y económica las emisiones de la industria del gas natural y lograr enormes beneficios para el clima.
El gas natural es un combustible fósil que provoca el cambio climático
El uso de gas natural produce alrededor de un tercio de las emisiones de dióxido de carbono de EE. UU. por el consumo de energía (el dióxido de carbono es el principal gas de efecto invernadero detrás del cambio climático causado por el hombre).
El gas natural es ahora el mayor impulsor del crecimiento de la contaminación por carbono en todo el mundo y ha superado al carbón como la mayor fuente de contaminación por carbono del sector eléctrico de EE. UU. Además, el metano, el componente principal del gas natural, es un gas de efecto invernadero superpotente responsable de aproximadamente una cuarta parte del calentamiento global provocado por el hombre, y posiblemente más. Según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU, el uso global de gas natrual debe disminuir en un 45% para 2050 si el mundo va a cumplir sus objetivos climáticos y evitar un calentamiento catastrófico.
Las emisiones de gas metano se están disparando
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica informó recientemente un aumento histórico e inquietante de metano en la atmósfera, coincidiendo con el aumento masivo en la producción de petróleo y gas natural a partir del fracking en los Estados Unidos y en otros lugares.
Los científicos dicen que este aumento "inesperado y sostenido" del metano es tan grande que puede abrumar todos los esfuerzos de reducción de emisiones realizados en virtud del Acuerdo de París, que se basó en niveles estables de metano.
Las operaciones de combustibles fósiles emiten mucho más gas metano de lo que pensábamos anteriormente
Una ola continua de estudios científicos documenta que las emisiones de metano del sistema de petróleo y gas natural de EE. UU. están aumentando; que son mucho más altos que las estimaciones de la Agencia de Protección Ambiental; y que son superiores a las estimadas previamente en la literatura científica.
Un estudio reciente publicado en la revista Nature indica que las operaciones de gas y carbón son responsables de emitir entre un 25% y un 40% más de gas metano de lo que se pensaba anteriormente y, por lo tanto, representan aproximadamente la mitad del metano en nuestra atmósfera derivado de las actividades humanas. Mientras tanto, las fuentes naturales de metano, como los humedales, las filtraciones submarinas y los volcanes de lodo, representan menos metano en la atmósfera de lo que se pensaba anteriormente. Esta es una buena noticia: a diferencia de las emisiones de gas metano de fuentes naturales, podemos hacer algo con respecto a las emisiones de combustibles fósiles.
La industria del gas natural libera metano impunemente
La industria del gas natural filtra, y a menudo libera o ventila intencionalmente, cantidades masivas de gas metano en cada etapa del sistema de producción y distribución, desde la extracción hasta el almacenamiento, la transmisión y la entrega por tuberías.
En un informe de diciembre de 2019, The New York Times usó cámaras infrarrojas para identificar grandes fugas de metano que no son visibles a simple vista. En un campo petrolero de Texas, los reporteros del Times detectaron seis fugas importantes que liberaban cantidades inusualmente altas de metano, entre 300 y 1,100 libras por hora. Las emisiones de 60 libras o más por hora se consideran "súper emisores".
Podemos lograr enormes beneficios climáticos si reducimos las emisiones de metano del gas de manera rápida y económica
Debido a que el metano provoca un calentamiento más intenso que el dióxido de carbono a corto y mediano plazo, la reducción de las emisiones de gases promete beneficios climáticos rápidos que podrían ayudar a ganar un tiempo crucial en la carrera para evitar un calentamiento catastrófico.
Aún mejor, tenemos la tecnología para hacer esto de manera rápida y económica: la Agencia Internacional de Energía estima que la industria puede reducir las emisiones de gases en todo el mundo en un 75 %, y aproximadamente la mitad de esas reducciones podrían realizarse a un costo neto cero.
